Julia Maldonado, ‘La Regenta’ mallorquina

Pese a los dos siglos que las separan, algo, en el fondo, une a ‘Los atardeceres de Julia’ con ‘La Regenta’. En el destino y el vacío existencial que preside la vida de Ana Ozores y de Julia Maldonado. La primera, de una familia noble venida a menos y casada, por conveniencia, con el regente de la Audiencia, Víctor Quintanar, muchos años mayor que ella.

Su sentimiento por él es poco más que el agradecimiento y la amistad por el tiempo vivido. Más allá, sus días transcurren entre la soledad y el aburrimiento. La Regenta encontró dos refugios para su angustia: la lectura y su relación con don Fermín de Pas, magistral de la Catedral de Vetusta, que se convertirá en su confesor. Cuando la religión no es suficiente, es cuando conoce a don Álvaro de Mesía, con el que comienza una relación extramatrimonial.

Para Julia la bocanada de aire de fresco, en pleno siglo XXI, llega a través de Internet, donde conocerá a Javier. Pero una gran distancia les separa, ya que él vive en Santander. Sin embargo, la red se convertirá en el mensajero de sus deseos y secretos más escondidos.la regenta

Cuando ‘La Regenta’ vio la luz entre 1884 y 1885, sólo pudo ser publicada en Barcelona porque se convirtió en un verdadero escándalo. Sobre todo en Oviedo, la ciudad real que se esconde detrás de Vetusta. Leopoldo Alas ‘Clarín’ había hecho de la novela una crítica sobre la vida provinciana española y la tensión entre la moral y los sentimientos.

Sin la censura de entonces, la historia de Julia es un espejo en el que muchas mujeres podrán verse reflejadas. Un relato romántico pero cruel sobre el descubrimiento de la pasión cuando ya se daba todo por perdido.