Blog

La decepción de un protagonista de «sexoenlared.com»

 

 

08

 

 

 

 

 

 

Hola, Galilea.

Acabo de regresar de mi viaje.

Primero tengo que confesarte que no he podido dejar de pensar en ti ni un momento, ni tampoco en todos y cada uno de nuestros mensajes. Y segundo, quiero que sepas que tu actitud me parece un tanto extraña.

Después de todo lo que nos hemos dicho, me da la sensación de que no tienes ningún interés en que nos conozcamos para llevar a cabo esa cita prometida, tal y como me dijiste al iniciar estos relatos. Tampoco quieres que hablemos por teléfono o que nos enviemos alguna foto. Por lo que no he podido dejar de preguntarme que ¿todo esto para qué? ¿Dónde me llevarán los calentones que me pego al escribirte, o al leer tus mensajes, si no parece que tengas verdaderas ganas de propiciar un encuentro?  

He llegado a pensar que estas casada, incluso que puedas ser un hombre al que ponga cachondo recibir mensajes de otro hombre. O, también, que seas una escritora de relatos eróticos sin inspiración.

Galilea, dime que estoy equivocado, y que deseas esa cita tanto como yo. 

09Ya no puedo dejar de pensar en ti, me tienes absorbida la mente, y cada día estoy más deseoso de tenerte entre mis brazos. Créeme si te digo que me estás volviendo loco.

 

 

Dejar un Comentario