Párrafo Julia
Una explosión de placeres sin límites la dejó sin fuerzas. Tenía los ojos entornados, el cuerpo perlado de sudor y la respiración acelerada por aquel huracán de pasiones que se había desatado en su interior y que seguían colvulsionando su cuerpo. Mientras, Javier, la miraba ensimismado viéndola retorcerse de gozo.