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Julia no puede controlar su dolor.
Julia no sabía como asumir tanto dolor, pero tenía que ser capaz de dominar, o cuanto menos controlar, la angustia que la estaba ahogando.
Chilló, gritó y empezó a golpear la pared con los puños enloquecida.
Margarita la observaba desolada, pero comprendía que necesitaba sacar toda la rabia que la consumía,por lo que, muy a su pesar, la dejó que siguiera golpeando con rabia aquellos muros, hasta que el dolor en sus manos. y el llanto, parecieron amortiguar la impotencia que sentía al no poder hacer nada por ese hombre al que amaba con locura, y que tanto sentido le había dado a su vida devolviéndole la ilusión.
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Julia no sabía como superar tanto dolor pero tenía que dominar, o cuanto menos controlar, la angustia.
Gritó, chilló y golpeó enloquecida la pared con los puños.
Margarita la observaba desolada. Comprendía que ella necesitaba sacar la rabia que la consumía. Muy a su pesar, la dejó que siguiera batiendo con rabia aquellos muros hasta que el dolor y el llanto anegaron la impotencia que sentía al no poder hacer nada por mantener a su lado al hombre al que amaba con locura, y que tanto sentido había dado a su vida devolviéndole la ilusión.