“La adrenalina, embravecida, corría por todo mi ser, y sin poder contener el deseo que me provocabas, te quité el albornoz a la vez que mi toalla caía al suelo, quedando mi erección libre, lo que provocó que nuestros sexos chocaran y se unieran de nuevo en una fuerte acometida.”
«Tu espalda, tu cadera y tus nalgas, formaban una silueta mágica, la sensual forma de un chelo. Me acerque a ti hasta pegar mi pecho contra tu espalda. Te observé durante mucho tiempo y sonreí al verte tan preciosa, durmiendo relajada y complacida.» 
«Tus manos me buscan, pero las detengo. No quiero que me toques, ni siquiera que me roces. Voy a excitarte tanto antes de que unamos nuestros cuerpos, que quiero que estalles de placer cuando lo consigas.»
Entrevista a la autora de «sexoenlared.com» en IB3 Radio
Aunque los locutores hablan en mallorquín, mi intervención es en castellano.
Entro en el minuto 18 del programa.
http://ib3tv.com/carta?id=fe011d83-3a3a-45a4-a4c7-830ce2599b00
» Volver a sentir la ilusión, el deseo por lo desconocido, el mismo gusanillo que hacía años se me instalaba en el estómago cuando tenía una cita…
Ese primer beso…
Esa primera caricia….
Ese placer que te provoca la suavidad del roce de otra piel…»
(De la novela sexoenlared.com»)
«En la oscuridad del ciberespacio, una desconocida podía tomar forma y presencia. Sería tan estimulante saber cómo es tu mirada… Pero me conformo con imaginarte, porque llegar a conocerte puede ser fascinante… ¿Con qué atributos hacerte carne»
Amiga Celia, por supuesto, me ha alegrado muchísimo tu mensaje agradeciendo mi escrito hacia ti como escritora.
Ahora bien, todas la valoraciones que he realizado sobre ti son, sencillamente, la verdad monda y lironda. A mi criterio, tu valía como escritora es un hecho incuestionable, ya que en tus libros les sabes dar un enfoque atractivo, interesante y con la «sal y pimienta» que despierta la imaginación de lectoras y lectores hasta los rincones más ocultos de su interior.
Estuve presente en la presentación de tu último libro, y una vez oída tu intrvención, me di cuenta de que eres una excelente oradora que sabes captar la simpatía, la imaginación y el corazón de quienes te escuchan. Vas a triunfar. Seguro.
Para finalizar, te diré que tengo el presentimiento de que, aparte de una buenísima escritora, eres una mujer sensible, romántica y con una loable calidad humana.
Recibe, amiga Celia, un fraternal abrazo.
Levantarte por la mañana, y empezar a leer mensajes en Facebook como estos… ¡NO TIENE PRECIO!
Pere Felip Buades:
«Sin lugar a dudas, Celia Velasco-Saorí es una magnífica escritora que aglutina encomiables virtudes: es valiente, audaz, realista, inteligente, tiene ideas propias, profundiza en los temas que toca. Y lo dije en la presentación de su último libro, en el Pueblo Español, y lo volveré a decir ahora: CELIA VELASCO-SAORÍ NO ES, SIMPLEMENTE, UNA EXCELENTE ESCRITORA. NO. CELIA ES ALGO MÁS Y MEJOR.» La popularidad de esta excelente escritora va cogiendo fuerza, mucha fuerza día a día. Y no es extraño, pues sus libros son un compendio de una sutil y profunda intuición que va impregnada de ideas progresistas y, sobre todo, de una honradez en sí misma que yo admiro e idealizo. Celia es valiente, pero de verdad. Escribe lo que piensa y, además, va siempre bien documentada. Por lo tanto, Celia cuenta con mi total apoyo. Soy uno de sus más fervientes «fans».
Sa Font De Ca Na Robina:
«Yo creo, Pere Felip Buades, que en estos momentos sería ideal hacer un club de «fans-lectores» o de «amig@s-lector@s en la red». Porque levantarse y acostarse leyendo esas frases-lecciones-pensamientos de sabiduria que nuestra común amiga Celia Velasco-Saorí nos regala cada día, son una alegria gratuita de la vida.»
Jennifer Turnner, protagonista de esta novela, escritora de historias románticas de gran éxito, se debate entre la angustia y la osadía de interpretar el papel de «amante virtual» cuando intercambia mensajes con «sus chicos» en esta nueva aventura literaria que su editora le ha propuesto.
«Envalentonada por el anonimato, y sabiendo que jamás nos conoceríamos personalmente, a veces llegaba a pensar que era incluso un poco descarada en mis insinuaciones.Pero sonreía, diciéndome que esa era la manera de conseguir que sus relatos fueran en la línea que me había propuesto. Así, nuestra correspondencia comenzó a dar sus frutos, con lo cual mi estado de ánimo cambió, reflejándome en cuanto a la calidad de mis respuestas, llegando a crearse entre ellos y yo un vínculo erótico y emocional que me tenía más que satisfecha.»
«Puedo oler el perfume de tu excitación, y me falta el aire con tan solo pensar en lo que te deseo.
Bajo la cremallera de tu vestido, que se desliza y cae al suelo…
Mis manos recorren tus caderas y siento como se eriza tu piel.
Nos absorbemos el aliento en minutos interminables…»
