Hola Celia: Quiero contarte lo que ha representado
para mí «Los Atardeceres de Julia»
Antes de que tu libro saliera al mercado, por menciones que ibas haciendo en las Redes Sociales, ya sabia algo de él y lo esperaba con verdaderas ganas.
Estoy casi segura que fui de las primeras en adquirirlo, aunque hasta hoy no me he atrevido a enviarte estas líneas.
Cuando tenía 13 años, empecé a mantener correspondencia con un chico que tenía 18. Él empezaba a ir a la Universidad y estuvimos escribiéndonos durante unos años. Pero la distancia que nos separaba me llevó a los brazos del que llegó a ser mi marido.
Nunca llegamos a conocernos en persona,
aunque nos habíamos intercambiado alguna foto.
Pero un día, muchos años después, contactó conmigo a través de Facebook, preguntándome si yo era esa persona de la que se enamoró hacía 55 años, y de la que había conservado una foto y unas cartas durante todos estos años.
Tras pensarlo mucho, le conteste diciéndole que sí,
pero la duda de si era correcto mantener de nuevo
correspondencia con él, me asuató.
Pero al leer tu libro me entraron unas ganas locas de hacer algo. Mi matrimonio, a pesar de tener unos hijos maravillosos, era aburrido y monótono. Mi marido un hombre autoritario al que nunca me atrevía a llevarle la contraria. Pero me conformé con lo que me había tocado vivir.
Pero después de tu libro me quise dar una pequeña oportunidad.Tenía su correo y me atreví a contestarle. Y, esos correos que manteníamos, poco a poco fueron significando algo muy importante en mi vida, y solo vivía por y para ellos.
Te puedo asegurar que a mis años he sentido las mismas mariposas que se pueden sentir a los quince, ha sido algo tan maravilloso que me basta para ser feliz el resto de mi vida. Quizás te pueda parecer ridículo, pero no hay palabras para expresar mis sentimientos. Jamás habría pensado que pudiera ocurrirme algo parecido.
Sin embargo, todo termino hace unos meses,
debido a un mal entendido, y decidió ponerle punto y final a nuestra historia cibernética.
Pero ha sido algo muy hermoso que jamás pensé que pudiera ocurrirme a mi edad.
Leyendo la historia de Julia, he comprendido que el amor no tiene edad. Y solo sé que daría cualquier cosa por estar cinco minutos con él. Pero ya no creo que sea posible.
Solo quiero decirte que tu libro me ayudo mucho y gracias
a él he experimentado sentimientos que pensaba estaban que ya estaban muertos para mí.
No puedo darte mi nombre y apellidos por temor a que puedan identificarme.
No dejes de escribir: Gracias J.M. R.
La opinión de ella es la siguiente:
