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Crítica sobre LOS ATARDECERES DE JULIA

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Querida amiga Celia.

Me siento un tanto fuera de juego al ver los comentarios que te envían dos féminas después de haber leído tu maravillosa novela «LOS ATARDECERES CON JULIA», y no haberlo hecho yo todavía.

Novela que he tenido la suerte de haber leído. Y digo suerte, porque son muy pocas las veces que, al ponerte a leer un libro no puedes dejar de hacerlo por una razón lógica cien por cien, que es (como dicen esas chicas), que te engancha desde el primer instante, y como además tocas unos temas realmente veraces, e incluso atrevídos, con una convicción y sabiduria tanto social, emotiva y sexual, que te pone en tensión, te hace incluso suplicar que no termine la historia, se te hace corta y necesitas más.

GRACIAS CELIA. VOY A POR TU PRÓXIMA HISTORIA: sexoenlared.com

Guillermo Guasp

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Protagonista anónimo de «sexoenlared.com» envía mensaje «filosófico»a la autora

 

Recuerdo perfectamente a este «amante-virtual» que se quedó en un simple intercambio de mensajes sin llegar más allá por los motivos que, los que hayan leído esta novela comprenderán.

No pudo llegar a ser uno de los protagonistas principales, pero me gustó su forma de escribir y analizar la vida.

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Me dice así:

«La primera frase (como el primer Verbo) es importante; el último hálito es importante: aquello que transcurre entre medio es lo vital. Aunque no me recuerdes -esa minucia importa incluso menos-, el caso es que ayer recibí un texto comercial, como destinatario de una lista de distribución masiva, automatizada, más que resultado de una voluntariedad personal.

Con frecuencia, la curiosidad puede con los bigotes de los gatos y con los de otros roedores de libros de mayor tamaño. Así que, por continuar con el cuento, »ni corto ni perezoso» estuve curioseando a través de varios enlaces, catando párrafos y ojeando algunas imágenes de toda índole. Sin haber leído el libro -tiempo al tiempo- resulta de cajón, pues, que no pueda (ni deba) opinar sobre el mismo con conocimiento de causa. Sin duda, salta a la vista que el lanzamiento está muy conseguido, un e-marketing de altos vuelos, y un tema que atrae y que está de moda a partes iguales.

Sin embargo, intuyo que hubo -que ¿sigue habiendo…? tal vez- algo que te cohibió en su momento, o hablando de prendas afines, que llegó a encorsetarte: llámalo entorno familiar, autocensura, o discrepancias con el/la editor/a. Quizá mi intuición cibernética ande muy desacertada, con lo cual gran parte del motivo de este email pierda todo interés. Retrocediendo mentalmente unos meses atrás, ahora comprendo ciertos comportamientos o reacciones que explican la breve pero peculiar correspondencia entre ambos, (Sra. Prieto). Si supieras cuánto molesta a mi faceta Yin este tipo de formulismos de género tonto, más propios del mundo germánico-anglosajón que del nuestro, borraría apellidos impropios, y apelaría a las estatuas de Neruda aún no borradas por la desmemoria. Por cierto, sobra decir que acostumbro a ser persona de fiar, discreta y empática.

En fin, como la simpatía, la fotogenia y las despedidas no son mi fuerte, me comeré solito con patatas, una posible propuesta que cruzó fugaz por mis devastados campos neuronales, sin amapolas ni destellos de sol veraniegos. Me vuelvo hacia la linde del bosque, justo detrás del ‘viejo olmo’… Quién sabe si ante tanto zángano e-pistolar e invasor, la hormiga o la abeja reina hará o no aparición.com

Un saludo y muchos éxitos con los amantes fabulados vs. fabulosos de la red.  /  gonzalo

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“COMO VIVIR CON UN REPORTERO Y NO MORIR EN EL INTENTO”

(Entrevista de Celia Velasco-Saorí para la revista ENKI)

Cuando me dicen que tengo que hacer una entrevista a un “todo terreno” en periodismo como es Pedro Prieto, quien lleva 35 años recorriendo el mundo de punta a punta persiguiendo la noticia, que no sabe lo que es un día de fiesta, que no recuerda que el día tiene solo veinticuatro horas, que jamás ha pedido una baja por enfermedad y que, además, es mi marido…, es ponerme en una difícil situación.

Gran parte de su trabajo ha quedado reflejado en el libro que acaba de publicar “…y que me quiten lo bailao. (Un reportero en el mundo)”, en cuya presentación estuvo arropado por más de 500 personas que colapsaron uno de los salones del Hotel Valparaíso de Palma de Mallorca.       10956632_10206260682138627_2641449076673776684_n

Y es que son muchas las personas en la isla que le están agradecidos, y así se lo demostraron acudiendo a la presentación de sus memorias porque, Pedro Prieto, además de buscar continuamente la noticia, siempre ha estado al lado de los más débiles, poniendo voz a los sin voz y ayudando a unos y otros a través de sus publicaciones en el diario Última Hora.

En Periodismo lo ha hecho prácticamente todo, desde perseguir a los famosos por toda la isla en su época de paparazzi, a viajar a cualquier parte del mundo para cubrir la noticia, ya fuera de un terremoto, un tsunami, o cualquier otra catástrofe  que pudieran estar implicados mallorquines. O entrevistar a presidentes de estado, o a presos políticos, o simplemente presos, o encarcelados en el corredor de la muerte. A veces ha tenido que viajar de forma inesperada, como cuando viajó a Australia para escribir la crónica de la final del OPEN de Australia entre Carlos Moyá y Sampras, donde permaneció menos de 24 horas. Aunque generalmente sus viajes han sido más largos en cuanto su duración, como el que hizo a La Antártida, o el largo recorrido en el Transiberiano, la lista de estos sería interminable. Ha viajado más de doce veces a México, y de ellas, tres en un mes. Ha recorrido gran parte del mundo con su compañero Joan Torres buscando las ciudades llamadas Palma. Ha llegado a Hiroshima (Japón) cuando se cumplió el sesenta aniversario de su destrucción por la bomba atómica. Viajó a la ex Yugoslavia en cuatro ocasiones durante la Guerra de los Balcanes, ha estado dos veces en Jerusalén buscando y entrevistando a “xuetas” mallorquines convertidos al judaísmo. Al Líbano dos veces. A Kosovo tres. A Kabul (Afganistán) siguiendo a los soldados mallorquines destacados en esos países en misión humanitaria. Fue a Ciudad Juárez para hacer un reportaje sobre el Feminicidio (matar a las mujeres por el hecho de ser mujeres). Se desplazó hasta La Higuera (Bolivia) para saber cómo fue el último día del Ché Guevara, visitó a  misioneros mallorquines en Burundi, Ruanda, Tanzania, Paraguay y Perú. Estuvo con los descendientes de mallorquines en Argentina cuando lo del “corralito”…

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La familia: Hijos y nietos.  (Foto: Juan A. Montañez)

Ambos salíamos de otro matrimonio cuando nos conocimos, él aportaba dos niños gemelos de cuatro años y yo una niña de dos, iniciando una difícil relación de personas separadas en una época que eso parecía “un pecado”. Él, maestro de profesión, y yo azafata de vuelo retirada. Pero el paso que acabábamos de dar bien merecía tirar hacia delante con lo que fuera. Pedro entró a formar parte de la plantilla del diario en el que estaba colaborando, Ultima Hora, mientras que yo me adentraba en un mundo que desconocía, pero apasionante: la radio y el reporterismo de calle. Y en él me metí sin pensarlo, siguiendo los pasos del que se convirtió en mi maestro durante doce años.

Pronto comprendí que la vida de la persona con la que compartía mi vida era un tanto especial. Continuos viajes a cualquier parte del mundo, lo que se traducía en muchas horas de soledad y en muchas noches de incertidumbre, pues no era posible conectarme con él por estar en lugares donde no era fácil la comunicación telefónica. Tampoco disfrutábamos de los almuerzos de los domingos con nuestros respectivos hijos, porque él no tenía libre los fines de semana, ni los días de Navidad, ni de Reyes, ni de Semana Santa… Y los veranos en los que la isla se llenaba de famosos, salía de casa muy temprano y llegaba demasiado tarde. Por todo ello,  hay que ser de una pasta especial para saber llevar este tipo de vida.

Años después decidimos casarnos y tuvimos un hijo. Ya éramos familia numerosa. Y como los cuatro hermanos se llevaban bien, formábamos una piña cuando podíamos reunirnos todos un día a la semana.

Han sido varias las veces que nos hemos cambiado de casa y, casualmente, cuando esto se producía, Pedro estaba en uno de sus viajes. Ahora, desde la distancia, al recordándolo sonrío, pero he soltado alguna lágrima de impotencia cuando me veía con los dos niños pequeños, rodeada de muebles y cajas por deshacer, y ellos pidiéndome que les preparara la comida cuando no sabía dónde podía encontrar una sartén.

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Pedro y Celia (Foto: Juan A. Montañez)

Sé que no es fácil convivir con una persona que no tiene horarios, que se entrega en cuerpo y alma a su profesión; una persona que, noche y día, el teléfono es su compañero inseparable, que siempre tiene la maleta junto a él para emprender un nuevo viaje. Pero eso, tal vez, es lo que nos hace estar más unidos. Yo entiendo su profesión y he aprendido a convivir con ella. No hemos podido llevar una vida tradicional con los hijos que, por su lado, también han comprendido por qué su padre no estaba con ellos como los de la mayoría de sus amigos.

Quizás, por esta razón, nuestra convivencia ha sido más rica que la de otros matrimonios. Sin duda, las ausencias han hecho que tengamos muchas más cosas que compartir cuando estamos juntos. Y como respetamos nuestras respectivas profesiones, y nos apoyamos en las decisiones a tomar, no existen las discusiones típicas de las parejas que están juntas durante muchas horas del día.

Conozco de primera mano como han sido todos sus viajes, las penurias que ha pasado. Y solo el entusiasmo que siempre ha puesto para exprimir hasta el último de los detalles del reportaje que tenía que cubrir, ha hecho que jamás tirara la toalla.

Por otra parte, Pedro es persona optimista donde las haya. Por ello, siempre ha llegado hasta donde se ha propuesto, y eso que no habla inglés, algo imprescindible para un  trotamundos, sin embargo – y no sé cómo- él ha conseguido arreglárselas. Tampoco le he visto nunca cansado, pero sí muy pendiente de echar una mano a quien lo ha necesitado. Jamás ha perdido la fe, sabiendo subir a la cima y bajar a los infiernos con la misma ilusión.

En mi nueva etapa de escritora, muchas veces me ha dicho que debía escribir un libro que se titulase: “Cómo vivir con un periodista y no morir en el intento”. Pero es que yo también he disfrutado de sus triunfos, de sus batallas ganadas, de la ilusión de verle feliz con sus metas alcanzadas.

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Celia Velasco-Saorí

Escritora

 

Otro «anónimo co-autor» de sexoenlared.com escribe a la autora.

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Hace unos meses que leí tu novela.

No me atrevía a ponerme en contacto contigo al conocer quién eras a través de tu biografía, porque me consideraba un gilopollas que había caído en «tu tela de araña».

¡Buen título!

Intuí algo cuando la ví la novela en las estanterías del Corte Inglés, y la compré.

Me cabreaste mucho, tengo que reconocerlo. Pero he ido siguiéndote en tu Blog y, he comprobado finalmente que, como bien dices, un escritor debe buscar sus fuentes para crear una historia.

Y muy bien que la has creado.

Muchos caímos cual parajillos en los encantos de esa mujer misteriosa, comprobado que a todos nos tenías encandilados.images-9

Si mal no recuerdas, llegó un momento en el que te dije que no entendía tu actitud, que ya nos conocíamos lo suficientemente bien, a través de los muchos mensajes que intercambiamos, como para que me concedieras esa esperada cita. Y llegué a pensar, y así te lo dije, que podías ser un hombre al que te gustara recibir mensajes de otros hombres que te pusieran cachondo; o que eras una escritora de novela erótica sin inspiración…

Ahora, visto desde la distancia, se me pasó el cabreo. Por ello, debo reconocer tu profesionalidad al no despejar característica de ninguno de «tus elegidos», y tratar de un modo correcto una historia tan excitante para cualquiera.

Fue bonito mientras duró, como suele decirse.

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¿Quién es Celia Velasco-Saorí?

PORTADA

“Sé fiel contigo mismo. Disfruta de lo que haces y sé sincero con los demás.»

(Publicado en 13 julio, 2015 por Juan antonio Montañez en El baúl de Juan Normal)

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Celia Velasco nació en Madrid, pero llegó a Mallorca cuando cumplió 18 años, y es en esta isla donde inició y desarrolló su trayectoria profesional. Desde azafata de vuelo en la mayor época de esplendor de la aviación, a redactora de prensa y locutora, acabando en el mundo de la Comunicación como empresaria, donde abarcó todas sus facetas: publicista, editora de libros propios e institucionales, organizadora de eventos, jefa de gabinete de prensa para importantes empresas de distintos sectores, y un largo etc., lo cual la convierte en una comunicadora por excelencia.

Debido a una serie de experiencias personales y profesionales que la sumergieron en una profunda crisis existencial, se vio en la necesidad de buscar salida a un proceso depresivo, llevándola a refugiarse en un mundo que siempre la había apasionado: escribir historias.

Esta decisión cambió su vida radicalmente. Su intención era conseguir que esta terapia le sirviera para ocupar largas horas en las que no tenía nada mejor que hacer. Pero sus obras cayeron en manos de gente cualificada literariamente, quienes le aconsejaron publicar su primera novela.

Y así, en poco más de dos años ha sacado a la luz dos de ellas, teniendo otras tres esperando su turno. No tiene prisa en publicar, pues su perfeccionismo la obliga a leer, releer y modificar sus escritos numerosas veces.

De su primera obra, “Los atardeceres de Julia”, se está haciendo la adaptación para guión cinematográfico, con banda sonora compuesta por el maestro Biel Durán.

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-Celia, en tu último trabajo publicado “sexoenlared.com”, afrontas el tema que da nombre a la novela, apoyándote abiertamente en las experiencias de personas que, sin saberlo, se han convertido en “coautores” del libro.

-Esta novela ha sido la que más trabajo me ha costado escribir. Principalmente por la temática que quería desarrollar: cambiar la imagen del “príncipe azul” de la novela romántica-erótica que tan de actualidad está en los últimos años, por la del hombre real, el que busca una cita esporádica con una mujer.

-Y cómo conseguiste comunicarte con esos hombres?

– No encontré otra manera mas fácil que entrar en la Red, en las páginas de contactos de sexo. Abrí varios perfiles, me puse el “disfraz de amante virtual”, y fui captando a los que serían mis protagonistas. Huelga decir que buscaba una clase de hombre muy especial: culto, educado, ocurrente, que supiera redactar y, principalmente, que tuviera mucha imaginación, ya que para llegar a esa cita que deseaban, primero les pedía que mantuviésemos un intercambio de mensajes a través de los cuales nos iríamos conociendo, a la vez que debíamos crear entre ambos una historia romántica, sensual, sexual, con ciertas gotas de erotismo, en la que contaran como se imaginaban ese primer encuentro.

-¿Qué curiosidades nos puedes comentar derivadas del formato atípico de “sexoenlared.com”? Por los cientos de contactos virtuales que mantuviste para escribir esta novela, suponemos que has adquirido unos valiosos conocimientos sobre relaciones humanas.

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-Humanas y sexuales. Y, principalmente, he comprobado como una mujer puede manejar a un hombre… si sabe hacerlo. En este caso, ellos hacían todo cuanto yo les pedía a fin de conseguir su propósito: una cita. Pero yo era la que tenía el AS en la manga. Y todo finalizaba cuando había conseguido mi objetivo: sus narraciones.

-¿Fue sencillo encontrar los personajes que necesitabas?

-A decir verdad, conseguir esos perfiles que buscaba fue un trabajo arduo, por lo que varios cientos de ellos terminaron en la papelera.

-¿Cómo calificarías esa experiencia? ¿Cómo te ha afectado a nivel personal esta información recibida?

-La calificaría como una experiencia singular. Mantener relaciones virtuales con hombres anónimos, hacía que a veces me sonrojara, pese a no verles la cara. Y gracias a poder mantener mi anonimato tras la pantalla del ordenador, pude ponerme a su altura y contestar con coherencia a sus mensajes, expresándome con una fluidez que jamás pude imaginar.

-¿Cómo definirías a los hombres con los que has contactado?

-Debo reconocer que llegué a coger cierto afecto a alguno de ellos, cuando comprobé cómo se metían el papel que les solicitaba, sorprendidos por haber encontrado en la Red a una mujer de unas características tan poco frecuentes en una página de contactos.

-¿Sabías cómo debía terminar esta novela?

-Podía haber hecho una trilogía, algo que tan de moda está en este tipo de novelas, pero creí que la finalidad que deseaba darle a esta historia ya estaba más que alcanzada.

-¿Qué sentiste al poner fin?

-Al terminar la novela me sentí vacía. Me daba la sensación de haberme aprovechado de la confianza de todos ellos. Pero también es cierto que hay que buscar las fuentes que se precisan para conseguir la información que necesitas para construir una historia. Y, aunque he tratado todos los mensajes que nos intercambiamos con absoluto respeto, sin cambiar prácticamente nada de lo que me han escrito, no he dado dato alguno que pueda identificarlos. Solo ellos y yo sabemos quienes somos.

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-Por qué eliges una mujer madura para que sea la protagonista de tu primera novela “Los atardeceres de Julia”.

-No la elegí, surgió así. Julia es una mujer de cincuenta años, de clase social acomodada, que empieza a plantearse lo sola que se encuentra cuando sus hijos se casan y abandonan la casa familiar. Su marido, siempre de viaje por motivos de trabajo, hace que empiece a pensar en ella misma, descubriendo que su vida está vacía, y que nunca se ha sentido viva como mujer, momento en el que su cuerpo experimenta sensaciones jamás sentidas.

¿Crees que Julia podría ser el icono de otras muchas mujeres en la misma situación?

-Te asombraría saber cuántas mujeres han contactado conmigo para contarme sus experiencias más intimas con sus maridos o parejas una vez que han leído la novela, en la que se han visto reflejadas con Julia Maldonado. Cosas que, quizás, nunca se hubieran atrevido a confesar, ni siquiera a una íntima amiga. Y, sin embargo, a mí, que no me conocían personalmente, me confesaron su secreto. Incluso, a veces, me hicieron preguntas, convencidas de que yo pudiera darles la respuesta adecuada. Me ha resultado gratificante comprobar cómo ha calado esta historia en las mujeres. Creo que, aunque es una novela totalmente imaginada, pueden verse en ella reflejados miles de casos.

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-En “Los atardeceres de Julia” se interpreta parte de la idiosincrasia mallorquina, bien descrita y ubicada en paisajes de la isla. Me llamó mucho la atención cuando relatas de manera tan certera el origen del boom turístico en Mallorca, y por qué la mujer mallorquina adquirió tanta trascendencia en este proceso. ¿Podrías comentarlo para nuestros lectores?

-Bueno, esa época no la viví, pero en ocasiones he oído comentar como se inició el boom turístico en las Islas Baleares, por lo que me pareció que podía ser interesante contarlo. Para ello tuve que llevar a cabo una amplia investigación. El escritor debe informarse sobre todos los datos que quiere reflejar en la historia que cuenta. Pensé que el lugar en el que vivo era el ideal para iniciar esta novela. Y aunque me centro principalmente en la idiosincrasia de la gente de la isla, y describo algunos de los preciosos rincones que hay en ella, también aparecen otros lugares, como la Sierra de Madrid, Navacerrada, y la preciosa ciudad de Santander.

 

-De todos es conocida la interacción entre tu marido, Pedro Prieto, y tú. Sabemos que él influyó de manera determinante en tu decisión de ponerte a escribir. Aunque él es periodista, no captamos similitudes entre vuestra manera de relatar. ¿Es difícil no contaminarse, en el estilo, en la forma?

-Yo también hice mis pinitos en periodismo durante más de diez años. Mi marido fue mi maestro. Empecé cubriendo las típicas ruedas de prensa, pasé por distintas secciones del periódico, hasta hacer de paparazzi persiguiendo a los famosos. Él ha recorrido más de medio mundo buscando la noticia, a ser posible que protagonizara algún mallorquín, ya fuera en guerras, tsunamis, terremotos, así como en otros escenarios, por lo que hay que ser de una pasta muy especial para hacer las cosas que él ha llegado a hacer. Por otra parte, escribir para un periódico es muy distinto a contar una historia en un libro. En una novela puedes expresarte con todos los caracteres que te de la gana, no hay límites, puedes adornar lugares, situaciones, personajes… Pero no así en periodismo.

El protagonista principal de una novela es producto de  la imaginación que el escritor le pone a la historia que desarrolla. Sin embargo, en periodismo, tienes que amoldarte a redactar una noticia en el especio que te dan.

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-El compositor Biel Durán está ultimando los detalles de la banda sonora sobre “Los atardeceres de Julia”. ¿Qué sentiste al escucharla?

-Una emoción difícil de expresar. Biel Durán es un gran compositor. Con un piano puede tocar lo que quiera, desde una bella sinfonía, hasta jazz, country…etc. Es un maestro, en pocas palabras. Y cuando me dijo que había compuesto la banda sonora para mi novela, sin haberme dicho nada hasta no haberla concluido, sentí como un subidón de adrenalina, pues, a la vez, Javier Gutiérrez, guionista y director de cine, ya estaba haciendo el guión de la misma. Cuando la escuché, pude llegar a sentir en cada nota alguna de las secuencias que he contado en la novela. Casi podía ver las imágenes a través de las notas que salían del piano. Creo que si llevamos a cabo la película, será lo mejor que me haya pasado en esta época de mi vida.

-¿Alguna vez pensaste que llegarías a escribir una novela y que se publicaría con una gran crítica por parte del público?

-Jamás. Aunque siempre me ha gustado escribir. Pero a veces pienso en unas palabras que me dijo mi profesor de literatura, el ilustre escritor y poeta Gerardo Diego: “Usted tiene que ser escritora”. Ni en sueños llegué a pensar que un día me dedicaría a ello.

-Antes de meterte de lleno en el mundo de la comunicación fuiste azafata de vuelo, lo que te permitió conocer muy diferentes culturas y lugares. ¿Qué te atrajo de Mallorca? Y, como escritora, ¿qué ventajas e inconvenientes tiene vivir en una isla?

-Nací en Madrid, viví más de dos años en Londres, dos grandes ciudades, por lo que cuando me destinaron a una isla tan preciosa como Mallorca, me pareció entrar en el paraíso. Viajé por medio mundo siendo azafata, pero regresar a la isla era para mi como el descanso del guerrero. Como escritora, edito, presento y promociono mis propias novelas, por lo que no veo más que ventajas vivir en un lugar pequeño, cómodo, lejos del mundanal ruido de una gran ciudad… Aunque no dudo que quizás se me podrían abrir más puertas si viviera en Madrid, donde tendría mayores contactos. Pero no cambio la tranquilidad de esta isla por nada del mundo.

-Leyendo tus novelas apreciamos diferentes y variados matices que forman parte de la naturaleza del ser humano: el sexo, a veces muy explicito, la decepción, la esperanza, etc., pero siempre observamos una sensibilidad, un evidente respeto hacia toda persona y  circunstancia. ¿De qué manera influye tu bagaje en la vida para desarrollar ese punto de vista?

-Creo que el bagaje de mi vida, en el que he desempeñado trabajos muy diversos, puede influir algo en la manera de expresarme, pero, desde mi punto de vista, lo más significativo en un escritor está en su  sensibilidad y en su imaginación.  Y esto es lo que capta el lector.

-¿Cómo crees que será la evolución natural en este mundo cambiante, donde las relaciones clásicas dejan paso a ritmo vertiginoso a nuevas maneras de comunicarse e interactuar?

-Cada vez las nuevas tecnologías van dejando atrás muchos elementos que hasta ahora eran necesarios para comunicarnos. Creo que es una lástima que incluso nos olvidemos del timbre de voz de un amigo, porque la posibilidad de enviar un WhatsApp, que recibe en una fracción de segundo, evita que levantemos el teléfono para hablar. Aunque hay que reconocer que internet, y toda la  tecnología puesta a nuestro alcance, nos ha facilitado mucho la vida a la hora de buscar información, que se actualiza al momento. El progreso es bueno si se sabe utilizar en su justa medida.

-En tu familia hay varios miembros muy creativos, como se entiende normalmente el termino, ¿la creatividad que te rodea cotidianamente facilita la llegada de las “Musas”?

-El primer creativo de la familia fue mi marido, haciendo un periodismo muy distinto respecto al que venía haciéndose. Más tarde, mi hijo, Carlos, nos sorprendió a todos con el dibujo, e inmediatamente después con la pintura, alcanzando grandes éxitos no sin grandes esfuerzos. Y la última en meterme en este mundillo de la creatividad, en este caso la literaria, fui yo. Las musas en el caso del periodismo, no existen. Lo que existe es la noticia. Y en el caso de un pintor o escritor, las musas tienen mucho que ver. Hay días que te sale todo sin darte apenas cuenta, y otros que te estancas y decides centrarte en otra cosa hasta que esas musas o ideas vuelvan a visitarte. Pero ya sabes aquello que dice: “Cuando lleguen las musas, que te pillen trabajando.”

¿Cuál es tu opinión sobre la fama? Cómo observas este asunto, desde tu posición privilegiada, sobre todo porque por tu actividad profesional has estado rodeada de multitud de personajes públicos, políticos, artistas, etc.

-La fama es efímera. Hoy puedes estar arriba, y dos días después nadie se acuerda de ti. Lo más sensato es tener siempre los pies en el suelo y estar satisfecho con lo que haces.

-Al parecer la escritura ha sido una especie de terapia eficaz para ti, ¿por qué la recomendarías?

-Para mí ha sido una gran terapia. Ahora no puedo pasar un día sin sentarme frente al ordenador. Pero para escribir tienes que tener algo que contar. Por ello, considero que hay muchas otras actividades que pueden llenarte en un momento de flaqueza, como es la música, la pintura, la escultura, el cine, el teatro…

-Es un tema muy amplio pero me gustaría que nos dieras unas pinceladas de tu filosofía personal.

-Algo tan simple como “vive y deja vivir”. Sé fiel contigo mismo. Disfruta de la que haces, y sé sincero con los demás.

-Y por ultimo, Celia, ¿qué novela quisieras escribir, que tema te llama la atención y te gustaría desarrollar?

-Nunca sé lo que voy a escribir. No me planteo una temática concreta. Nunca he creado un boceto previo. Me siento frente al ordenador y surge una historia. Son mis personajes los que me ayudan a ir desarrollándola. Dejo que la mente fluya por si sola. Con la única novela que sabía lo que quería escribir fue con “sexoenlared.com”. Estaba un poco harta de tanto “príncipe azul” en novelas románticas con toques de erotismo, fantasías muy lejanas a la realidad, por lo que me propuse dar al lector algo tan real como la vida misma.

Durante las horas que he compartido con Celia Velasco he podido descubrir la cercanía y carisma de la escritora, y el tiempo ha volado. Dando por concluida la entrevista me despido de ella en su despacho.

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La compañía de Lucas, su fiel mascota, que ha podido compartir muchos momentos del proceso creativo de la autora, y que al mismo tiempo ha sido testigo de muchos de los instantes de inspiración y trabajo que supone el hecho de escribir intentando llegar a un público, que en el caso de Celia, es fiel a su sinceridad, a su cercana y efectiva manera de relatar.

Mas información sobre Celia Velasco en: https://celiavelascosaori.com/

 

Los anónimos protagonistas de «sexoenlared.com» se animan a ponerse en contacto con la autora

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Siempre me pareció un sueño. No podía creer haber encontrado en una página de citas en le red a una mujer de tus características. Y pensar en el juego que me proponías para finalmente conocernos, me causó un morbo increíble.

¡Demasiado bonito para ser real!   images-21

Desapareciste de mi vida (virtual) del mismo modo que apareciste.

Te maldije cuando sin saber el motivo dejaste de contestar mis emails. Luego, pensé que quizás no era lo que una mujer de tu clase buscaba y, pese a mirar cada día esperanzado mi correo, sabía que no volvería a saber más de ti.

Fue un amigo quien me hablo de una novela. Tu novela.

El título no me dejó lugar a dudas.

images-51La compré de inmediato. Primero miré tu foto. ¡Wauuuu…! Imposible que una mujer como tú se hubiera fijado en un hombre como yo.

Fui leyéndola a trompicones, saltando de un capítulo a otro. Buscándome… Algo me decía que yo también estaba entre las más de 500 páginas de la novela. El “bobo” que un día creyó que los milagros existían.

Y me encontré.

Sonreí para mí mismo, recordando momentos que no podría explicarte. Esos en los que te hacía mía en la distancia, en la que te entregabas a mí sin tapujos…

Pero dejé de soñar. Y fue entonces cuando decidí leerla con más calma.

Dicen que “mal de muchos consuelo de tontos”

Y entonces vi que eran muchos los que, como yo, también habían soñado con que les concediras esa cita prometida.

Y ahora que te conozco, por tu foto en la biografía de tu novela, por la sensibilidad de la protagonista de esta historia (que estoy seguro se te parece mucho), no puedo dejar de felicitarte por la valor que has tenido en crear esta sugerente y atrevida historia con hombres ávidos de mantener un rato de “placer furtivo”.                           images-19

Prefiero no decirte cual de tus signos del zodiaco soy. Te reirás, pero me da cierto pudor confesarlo.

Quiero que sepas que también he leído tu primera novela, la de Julia, asegurándome con ella que eres una mujer llena de sensibilidad, con una imaginación y creatividad desbordante.

Un fuerte abrazo.

 

 

Prólogo sexoenlared.com

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Jennifer Turnner está buscando hombres. Pero no hombres corrientes. Todos ellos deben ser muy diferentes a pesar de estar unidos por un denominador común: cada uno de los aspirantes desea ardientemente llevar a cabo sus más ocultas fantasías sexuales. Pero la escritora solo desea experimentar con sus mentes libremente, con el sentimiento que los lleva a buscar mujeres anónimas con las que llevar a cabo pasiones prohibidas sin la necesidad de ataduras o compromisos.

Los candidatos tienen vidas opuestas, aunque por fuerza deben poseer varios dones, como por ejemplo la creatividad o el ingenio, pues deberán ser capaces de construir una historia de seducción lo bastante buena e intrigante con la que lleguen a convencerla de ser merecedores de que les conceda una cita.

Pero ella solo desea tener los argumentos necesarios con los que escribir una novela erótica completamente distinta de las publicadas hasta la fecha. Para lo que utilizará a “los elegidos” usando su imaginación hasta extremos increíbles con tal de conseguir el objetivo de provocar más placer virtual que físico, convirtiendo el erotismo en arte puro.

Y lo más asombroso es que Jennifer Turnner ni siquiera necesitará presentarse después de organizar esas citas que no tendrán lugar, citas que no harán sino despertar aún más el interés de los elegidos a la hora de seguir soñando con alcanzar su anhelado trofeo; ya que está tan segura de sí misma y su proyecto, que conoce los pasos a dar y nunca duda al hacerlo.

Así pues, los hombres y nadie más protagonizarán su novela, hombres ansiosos, exultantes y frenéticos, hombres hermosos, fuertes, inteligentes, todos y cada uno de ellos con la libido de una bestia hambrienta de sexo y únicamente deseando con todas sus fuerzas llegar al final del juego propuesto por la misteriosa mujer, que los manipula como si fueran niños. Niños con los que dar forma a la afirmación de Oscar Wilde cuando sostenía que la vida siempre va a la zaga del arte, que es exactamente lo que consigue, proporcionándoles más morbo desde la sombra que si estuvieran participando en una orgía salvaje.

Martín Garrido

Director de cine, pintor y escritor.10835262_10203310891360127_6678612555319648701_o

     

Los anónimos protagonistas de sexoenlared.com siguen animándose a contactar con la autora

images-15Hace unos meses que compré tu novela. (Supongo que después del idílio virtual que mantuvimos, puedo tutearte). Cuando leí el título, bien sugestivo, y que no daba lugar a dudas, imaginé que nuestros mensajes podían ser parte de lo que allí se publicaba.

Y no me equivoqué. Yo era uno de tus «conquistas cibernéticas».  Me sentí confuso al princípio, creo que me enojé conmigo mismo al haber sido tan incáuto.

Pero volví a leerla por segunda vez, y tengo que aplaudir tu valentía, tu buen hacer para todos los que caímos en tus redes. Nos has tratado bien, no has desvelado nada que pueda identificarnos, y pienso que das luz a muchos/as que han buscado momentos de placer que no encontraban con sus respectivas parejas.

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La escritora, protagonista de esta historia, creo que puede tener mucho que ver contigo, con la autora de esta atrevida historia. Quiero imaginarte así, cauta, disciplinada, ingénua, quien poco a poco se va abriendo a un mundo desconocido para ella que la transforma.

Quiero felicitarte por tu profesionalidad. Y estoy seguro que no solo yo creí en ti, en una mujer enignática y encantadora con la que me hubiera encantado mantener una cita real.

Un beso.

Piscis.

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Sinopsis de sexoenlared.com

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A Jennifer Turnner acaban de hacerle el encargo más importante de su carrera: escribir una novela erótica que no guarde ninguna relación con lo que se haya publicado hasta el momento sobre este género, del que es una abanderada gracias a sus incuestionables éxitos de público y crítica con sus novelas románticas.

Después de darle muchas vueltas al tema, la escritora decide que los protagonistas de semejante manuscrito no pueden ser inventados, sino personajes de carne y hueso que sientan y actúen siguiendo sensaciones reales. ¿Y qué mejor lugar para encontrar a sus candidatos que en la Red a través de páginas de contactos sexuales? Porque si algo tiene claro, es que para llevar a cabo su minuciosa empresa necesita a personas especiales, de elevado nivel cultural y una imaginación con la que poder describirle detalle a detalle las fantasías que solicite a fin de conocer a fondo su personalidad, y hasta dónde serían capaces de llegar con tal de saciar su voraz apetito sexual manteniendo una cita con ella.                                          1503361_10203431695180147_669000158502894640_n

10885193_10203485655489121_7453514898899747259_nOtro detalle imprescindible es la variedad de ideas, físicos y edades de los que terminará eligiendo, pues a Jennifer Turnner no le interesan jóvenes millonarios y sexualmente poderosos capaces de encandilar a mujeres de clase social inferior para que acaben dominándolos fatalmente. Ella necesita un amplio abanico de hombres con diversos cargos profesionales de alto nivel, sin importar su edad, para poder jugar a diferentes niveles y en ligas que muchos no se atreverían a tocar por escrúpulos o mero pánico a lo desconocido. Para ello, “los elegidos” deberían mantener un tórrido y lascivo intercambio de mensajes que conducen a una única conclusión posible acerca de esta historia real: que el sexo ha estado, está y estará siempre a la orden del día.

Sin lugar a dudas, «sexoenlared.com» será un poderoso afrodisíaco para los lectores y, principalmente, abrirá los ojos a muchas parejas ayudándolas a replantearse su vida sentimental y sexual.    images-29

 

 

Otro de los «protagonistas» de sexoenlared.com

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«La visión de tu cuerpo enmarcado en esa provocación de lencería, ha desatado tal excitación en mí, que el corazón está a punto de salirse de mi pecho, a la vez que me pide a gritos que te haga mía, provocándole hasta el extremo del infarto, que por una mujer así es un precio que se puede pagar.

Me deshago de la americana en un abrir y cerrar de ojos, pero antes de dejar caer la camisa al suelo, te atrapo por la cintura y te atraigo hacia mí con pruebas palpables de mi erección.  Siento tus pechos rozarse contra el mío, y percibo en ellos tu excitación.images-39 Después de apropiarme de tus labios largamente y de enredar nuestras lenguas, me entretengo en lamer tu cuello y deslizándome hacia abajo, beso cada centímetro de piel entre esos senos tan anhelados, pellizcándolos con los labios y saboreándolos con delicadeza, pero al tiempo con un deseo contenido que estallará de un momento a otro.

Mis manos han cobrado vida propia y tratan de explorar cada rincón de tu cuerpo, cada pliegue, cada porción de piel, cubierta o descubierta; se deslizan por debajo de la espalda y aprietan tus glúteos entre los dedos, como si desearan fundirse en esa parte de tu anatomía, y se lanzan a acariciar esos muslos apetecidos, que envueltos en un halo de misterio, se abren y dejan entrever un premio total. Y con mi dedo índice, paseo por encima del culote entre los muslos, siguiendo la línea del deseo marcada en la fina tela ya húmeda…»CCtG8yPWEAAKpMx.jpg-large