MUCHO SEXO Y POCAS NUECES
EL AUTOR TIENE LA OBLIGACIÓN DE CREAR UNA HISTORIA QUE ENVUELVA AL LECTOR.
Como os decía, me he tomado unas cortas «vacaciones» de escribir, mejor dicho, de corregir la próxima novela que publicaré. También os he comentado que es totalmente erótica, y que será la última que escriba sobre este género. Que si por mí fuera, hoy por hoy no se me ocurriría narrar una novela de este tipo, pero llevo ya más de un año escribiéndola y lo que me queda por corregir, así que terminaré publicándola, entre otras cosas porque estoy convencida de que es buena, muy buena. Y sé que me tacharán de vanidosa por la «flor» que me acabo de echar, pero no me importa, porque después de todo lo que estoy leyendo últimamente sobre novela erótica, por eso de comparar con la mía, me congratulo de reafirmarme en lo dicho.
Parece ser que al lector actual éste es el género que le interesa en estos momentos, y editoriales de las llamadas «serias» (que jamás habían publicado novelas de estas características), se vuelcan en buscar autores que escriban sobre ello. Pero Grey, pese a quien pese, fue la primera, y la que se llevó el gato al agua, porque supieron darle la publicidad adecuada, un lanzamiento sin precedentes, Y no seré yo la que diga que no vale nada esta trilogía, que lo digo, pero el que llega primero… Después se han escrito decenas de ellas, algunas mucho mejores que Grey, y otras pura basura. Que si 10 ediciones de unas, 8 de otras, y ninguna de la mayoría.
Si los autores buscan darle «morbillo» al lector, algunos lo consiguen, pero otros dan pena, porque la historia que cuentan es siempre la misma: chico guapo, rico, inteligente, lo más de lo más, se enamora de chica de medio pelo… y hacen «cositas» mejor o peor narradas, pero no descubren nada que no se sepa ya desde que empiezas a leerla.
En las cosas del sexo hay pocas cosas que descubrir, pero si se trata de escribir una novela, el autor tiene la obligación de echar mano de su imaginación y crear una historia distinta, que tenga su intriga, que te vaya atrapando… Vamos, que el morbo, la erótica la sexualidad debe ir envuelta en una trama atractiva, intentando que sea totalmente distinta a lo ya leído en todas las demás.
Parece ser que al lector actual éste es el género que le interesa en estos momentos, y editoriales de las llamadas «serias» (que jamás habían publicado novelas de estas características), se vuelcan en buscar autores que escriban sobre ello. Pero Grey, pese a quien pese, fue la primera, y la que se llevó el gato al agua, porque supieron darle la publicidad adecuada, un lanzamiento sin precedentes, Y no seré yo la que diga que no vale nada esta trilogía, que lo digo, pero el que llega primero… Después se han escrito decenas de ellas, algunas mucho mejores que Grey, y otras pura basura. Que si 10 ediciones de unas, 8 de otras, y ninguna de la mayoría.
Si los autores buscan darle «morbillo» al lector, algunos lo consiguen, pero otros dan pena, porque la historia que cuentan es siempre la misma: chico guapo, rico, inteligente, lo más de lo más, se enamora de chica de medio pelo… y hacen «cositas» mejor o peor narradas, pero no descubren nada que no se sepa ya desde que empiezas a leerla.
En las cosas del sexo hay pocas cosas que descubrir, pero si se trata de escribir una novela, el autor tiene la obligación de echar mano de su imaginación y crear una historia distinta, que tenga su intriga, que te vaya atrapando… Vamos, que el morbo, la erótica la sexualidad debe ir envuelta en una trama atractiva, intentando que sea totalmente distinta a lo ya leído en todas las demás.