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Párrafo Julia

Alfonso, el guardés de Javier, pasó a recogerles para llevarles al aeropuerto. Una vez en el coche apenas hablaron, dejaron que sus manos se acariciaran, que era otra forma de comunicarse sin necesidad de palabras. Con un nudo en la gargant…Ver más
Foto: Alfonso, el guardés de Javier, pasó a recogerles para llevarles al aeropuerto. Una vez en el coche apenas hablaron, dejaron que sus manos se acariciaran, que era otra forma de comunicarse sin necesidad de palabras. Con un nudo en la garganta, Julia pensó que a Javier le estaría ocurriendo lo mismo. El silencio les envolvió durante todo el trayecto. Había llegado la hora de decirse adiós. Sin apenas darse cuenta, llegaron al aeropuerto de Barajas. Había llegado la hora de decirse adiós.
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